29/3/11

PAPEL DE LA LECTURA EN EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS BÁSICAS

Leer es una acción que supone ser competente a la hora de comprender, componer y utilizar distintos tipos de textos con intenciones comunicativas o creativas diversas. Es además  fuente de placer, de descubrimiento de otros entornos, idiomas, culturas y fantasías; todo  lo cual, contribuye a su  vez a conservar y mejorar la competencia comunicativa.
La lectura constituye un factor fundamental para el desarrollo de las competencias básicas, por ello es importante que los alumnos adquieran la capacidad lectora propia de la competencia lingüística. Contribuye al perfeccionamiento del lenguaje y a la mejora del éxito escolar por su importancia decisiva en el aprendizaje de todas las materias de la enseñanza. En resumen, puede servir para enriquecer, preparar y dotar a los escolares de mayor competencia para afrontar la vida.

CÓMO CREAR EN NUESTROS HIJOS UNA ACTITUD POSITIVA HACIA LA LECTURA.
            El objetivo de la familia no debe ser enseñar a leer de manera formal. Esto es competencia de la escuela. La familia debe crear un ambiente que motive y estimule al niño a la lectura, lo que de forma indirecta es una enseñanza informal de este aprendizaje pero, sobre todo, es la creación de potenciales lectores. Por ello, la  animación a la lectura  debe ser entendida:

-  Como un PROCESO LENTO              

      - NO como ÉXITO INMEDIATO

- Como PLACER, PARTICIPACIÓN       
       Y COMUNICACIÓN        
  
     - NO como IMPOSICIÓN NI OBLIGACIÓN, ya que se produce el efecto contrario.
    
     - Como ELECCIÓN Y DISFRUTE           
     
     - NO imposición de los GUSTOS E INTERESES  DE LOS ADULTOS                                                
    
    - Es TIEMPO Y ESFUERZO por parte DE TODOS

Podemos realizar entre otras las siguientes actividades:
·        Contar cuentos e historias: es la mejor manera de iniciar a un niño en la emoción de la lectura, de hacerle comprender..., de comunicarles las posibilidades que las historias y los libros encierran. Pero es también una forma de iniciar la lectura  reforzando los vínculos afectivos entre padres e hijos. Para ello:
-        Cuando narremos un cuento debemos leerlo previamente nosotros.
-        No tener prisa.
-        Visualizar los personajes, el entorno, meternos en el cuento,…vivirlo de alguna manera.
-        Establecer un clima de cercanía, relajado, tranquilo,…
-        Dar expresividad a la voz, diferenciando el narrador y los distintos personajes.
-        No cortar la narración, para explicar, solo contar.
-        Recibir el comentario del niño, cuando  lo quiera hacer.
-        Tener un repertorio amplio de historias y cuentos que contar.
·        Compartir lecturas, comentarlas, disfrutarlas,...sin pedirles nada a cambio, solo compartiendo con ellos la emoción de la lectura.
·        Dejarles elegir los libros, es decir,  no elegir libros que nosotros queramos que lean  sino que sean ellos los que elijan los libros que a ellos les gusten, según sus gustos e intereses.
·        Acompañarles a la biblioteca a  elegirlos para llevarlos a casa,...
·        Regalar libros a nuestros hijos, en los cumpleaños,...
·        Tener una actitud de respeto hacia los libros, usarlos y cuidarlos.
·        Darles modelos. Leer nosotros. La lectura se transmite “por contagio”. Los sermones no valen si nosotros no valoramos la lectura y lo transmitimos.
·        No enviarle nunca a leer como Castigo. 

CÓMO ORIENTAR LAS LECTURAS DE NUESTROS HIJOS SEGÚN LAS EDADES.

Si aceptamos que la lectura, al ser un acto personal, favorece el desarrollo de la imaginación, la formación del sentido crítico y la inteligencia entre otras cosas, entonces los libros deben responder a las necesidades psicológicas fundamentales de niños y niñas. Así, a la hora de elegir libros, debemos tener en cuenta 2 criterios:
1.- Nivel de lectura de cada niño.
Las orientaciones de edad, con las que las editoriales etiquetan sus libros no son siempre fiables. Tenemos que pensar siempre en la competencia lectora del niño que va a leerlo, es decir, cómo lee ese niño. No siempre el libro más vistoso o caro es el más adecuado. Para ajustarnos al nivel lector, podemos tener en cuenta:
-        La Forma, es decir, tipo de letra (grande, pequeña,..) extensión del libro, combinación de imágenes y texto escrito (palabra, frases, párrafos, ...)
-        El contenido: adaptado a sus conocimientos, vocabulario,......
2.- Preferencias e intereses del niño.
Si está ajustado a ellos su nivel de motivación será mayor.

Teniendo en cuenta estos criterios,  los libros según las edades podrían ajustarse a las siguientes característica, entre otras:
1.      Los dos primeros años es la denominada “edad sorpresiva”: el niño no lee, explora  a través de los sentidos por lo que se recomienda libros muy manejables de plástico, con color, con sonidos, de cartón duro, de tela, lavables y muy manejables. Por tanto, son apropiados los cuentos de una sola imagen con objetos del entorno familiar.
2.      De 2 a 4 años es la edad simbólica”: está marcada por todo aquello que despierta la curiosidad. Se han de buscar libros que estimulen un aprendizaje oral y escrito y desarrollen la capacidad de observación y atención. Son recomendables libros participativos o creativos, con juegos…, los que descubren hechos reales, y también aquellos de contenido informativo, con los de una manera sencilla se captan conceptos básicos.
3.      De 4 a 6 años es la “edad rítmica”: los niños quieren conocer cosas más lejanas a su entorno, buscan personajes imaginarios como dragones, piratas…Los libros adecuados son los cuentos cortos ilustrados, historietas, cómics…y sobre todo con imágenes, de tamaño pequeño y cuidando la encuadernación. En esta etapa existe un disfrute material y visual con el objeto.
4.      De 6 a 8 años es la “edad imaginativa”: a esta edad le gustan todo tipo de cuentos y la temática puede ser variada: los animales, la magia, historias familiares y los clásicos de hadas y princesas. sigue predominando la imagen pero el texto empieza a tener importancia aunque sea de poca extensión y con letra grande.
5.      De 9 a 12 años es la “edad heroica”: a estas edades mezclan la fantasía con la realidad, les gustan las aventuras de pandillas, de exploradores y héroes, de ciencia-ficción, narraciones detectivescas, de misterio y de miedo. Son aconsejables los libros de cierta extensión, con  letra  más pequeña, menos dibujos y con un argumento atractivo y claro.



Inmaculada T. Arroyo Rodríguez

          EOEP Cañamero-Villuercas

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